Super 8, el nuevo film del director J.J. Abrams, es un homenaje a E.T. El Extraterrestre y también un intento por darle nueva vida a las aventuras protagonizadas por niños normales que se ven atrapados en circunstancias extraordinarias. Las referencias al clásico film de Steven Spielberg (quien actuó como productor del proyecto) son muchas pero el film en ningún momento está a la altura de esa leyenda de los 80.
La historia esta ambientada en el pequeño pueblo de Lillian, Ohio y se centra en Joe (Joel Courtney), un niño en las puertas de la adolescencia cuya madre murió en un trágico accidente. Esto lo dejó conviviendo con un padre (Kyle Chandler) que no conoce y que está más ocupado con su trabajo como alguacil asistente que tratando de entenderlo. Para pasar el tiempo, Joel trabaja con sus amigos en una película de zombies amateur filmada con una cámara que usa película de Super 8 mm y sueña en convertirse en un famoso maquillador.
Joel también comienza a descubrir el amor cuando conoce a Alice (Elle Fanning), la hija de un colega de su madre y quien se une a sus amigos como actriz del proyecto. Lo que parecía otro idílico verano de adolescencia cambia radicalmente cuando un tren del ejército sufre un accidente dejando escapar algo que no es de este mundo y cuyos fines parecen tan aterradores como sus poderes.
A pesar de que Abrams logra crear un clima de excelente suspenso e intriga, la resolución de la historia es más que pobre, ya que la criatura no sorprende ni asusta y se la ve poco y mal ya que el realizado creyó que esto aumentaría el misterio. Los mensajes moralistas también están a la orden del día y resultan monótonos y aburridos, ya que mientras en ET se lograba creer en la esperanza, Super 8 intenta convencernos con prepotencia y malos diálogos de que hay que seguir adelante y perdonar todo sin importar cuan grave sea la falta cometida.
Puntaje: 6/10- Un film entretenido pero que no aprovecha el potencial de los actores ni para narrar una historia verdaderamente interesante.
Via: Muy Cine
